La primera fase de la elevación de aguas sufre un retraso de cinco meses

La primera fase de las obras de la elevación de aguas del Ebro acumula un retraso de cinco meses, ya que los trabajos del tramo inicial del proyecto debían concluir en enero, y está previsto que los hagan en el próximo mes de mayo.

A la demora ha contribuído el alto nivel de aguas que posee desde hace varios meses el pantano de Mequinenza, que ralentiza la preparación de la primera toma de agua en el embalse, situado a la altura de Escatrón. En fases posteriores, por el proyecto se verán beneficiados los municipios de Andorra, Alcorisa, Albalate del Arzobispo, Ariño y Alloza.

No obstante, el presidente de la Mancomunidad Turolense para la Elevación de Aguas del Ebro, Antonio del Río, explicó que el retraso producido por la subida del nivel de aguas del pantano, no impide que se avance en otros trabajos, dentro de la obra. “Se están arreglando respiraderos y válvulas, y también para hacer retoques y reposiciones”, comentó al respecto. En este sentido, del Río explicó que el retraso entra dentro de los plazos previstos. “No es un retraso considerable, puesto que se está aprovechando para avanzar en otras áreas; también se ganará tiempo en el tema de las tramitaciones para trabajos posteriores”, añadió.

Las obras comenzaron en febrero, y hasta el momento se han instalado los 36 kilómetros de tubería, una canalización que une el embalse de Escatrón y Valdearcos, y dentro de la primera fase aún restan por colocar las casetas de bombeo, además de la propia toma de agua del pantano.

En la zona del embalse donde se inician las instalaciones, se hará una toma vertical, concretamente en tres pozas. A su vez, su implantación estará dividida en dos fases: una irá hasta Samper de Calanda, donde se hará una balsa; y la otra, desde ese punto hasta Valdearcos.
Cabe destacar que el conjunto de las obras de la primera fase tendrá un coste de ejecución de 27 millones de euros, sufragados con fondos Miner.

Enganche con la segunda fase
Una de las ventajas que del Río apuntó a la hora de explicar que el retraso no es considerable es que se podrán empalmar, con una mayor facilidad, las obras de la primera y de la segunda fase.

En la segunda, se elevarán las aguas de Valdearcos a Piogordo. Desde ese punto, se distribuirá a los municipios, e irá otra balsa lateral con destino a Albalate del Arzobispo. Su coste se eleva a entre 30 y 32 millones de euros, y su comienzo está previsto una vez que concluya la primera.

Además, el sistema de bombeo dentro de la red de abastecimiento está previsto al final del conjunto de las obras. El primer bombeo se realizará desde Mequinenza hasta la balsa de Samper. Desde allí, hasta Valdearcos, y desde ese punto, arrancará otro a Piogordo, donde se distribuirá a cuatro municipios, como Andorra, Alcorisa, Ariño y Alloza, y se construirá otra especial, como el ramal de Valdearcos a Albalate.


Fuente La Comarca

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