Una planta de biomasa creará 200 puestos de trabajo en Andorra
Página 1 de 1.
Una planta de biomasa creará 200 puestos de trabajo en Andorra
La empresa de capital español Foresta Capital instalará una central de biomasa de 20 Megavatios en el polígono PEAN de Andorra, que prevé la creación de casi 200 puesto de trabajo. La construcción de la nueva central energética, que se presentará este miércoles en la Andorra, supondrá una inversión de 98 millones de euros y utilizará como combustible principal plantaciones de chopo rastrojero, que se complementará con otros desechos agrícolas como paja de cereales o residuos de la poda de árboles frutales.
Los primeros pasos comenzaron en la mesa andorrana ‘Alternativas de empleo, presente y futuro’, coordinada por Yolanda Casaus y creada durante la crisis del carbón de este verano. El Gobierno de Aragón ha participado en las negociaciones y asesoramiento para que la empresa recalase en el polígono andorrano. El objetivo es que el proyecto contribuya a paliar los efectos de la reconversión minera al tiempo que ofrece una diversificación económica más para la economía de la zona.
«Es un proyecto que permitirá generar mucho empleo y ayudará a reequilibrar el territorio gracias a los cultivos energéticos», subrayaron fuentes del ejecutivo autonómico.
De los casi 200 empleos que se prevé que la nueva planta pueda generar, se calcula que unos 30 de ellos sean puestos de trabajo en la propia central de biomasa. Otros 40 de ellos se generarán durante el tiempo que dure la construcción de la planta; alrededor de 110 serán empleos agrícolas relacionados con la propia demanda de la central y otros 20 empleos nuevos estarán relacionados con el sector del transporte de mercancías de suministro a la planta energética.
La apuesta de Foresta Capital por el polígono PEAN se ha basado en tres motivos fundamentales: la búsqueda de un punto con buena evacuación eléctrica, situado muy próximo a la línea de alta tensión de la central térmica; la oferta de un suelo industrial con buenos servicios y un precio competitivo; así como que en un radio de 40-50 kilómetros existe un potencial «muy interesante» de acceso a las materias primas a través de los cultivos de regadío de la zona tanto del Bajo Martín, como de los nuevos regadíos del Canal de Calanda, de la Vega del Guadalope en Alcañiz o de Puigmoreno, Valmuel o incluso del Bajo Aragón -Caspe.
«Creemos que la viabilidad de la planta está asegurada tanto por la potencia de la central como por la solidez de la empresa que promueve el proyecto», aseguraron estas mismas fuentes, que detallaron que, en principio, Foresta Capital no recibirá ningún tipo de ayudas adicionales para ayudar a la puesta en marcha del proyecto. «No hay ningún tipo de acuerdo», insistieron desde DGA a este respecto, aunque la empresa podría beneficiarse «como cualquier otra» de algún tipo de subvención procedente de los planes de reindustrialización del Ministerio de Industria.
Un año de trámites
Tras su presentación en sociedad, el proyecto todavía tendrá que pasar un largo trayecto de trámites administrativos que harán que al menos su construcción se demore un año. También el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) deberá conceder su aprobación al proyecto.
Sin embargo, el Gobierno de Aragón quiere trabajar «en paralelo» para agilizar los trámites del proyecto y facilitar que se puedan iniciar acuerdos tanto con cooperativas como con agricultores a título particular interesados en suministrar materias primas a la central de biomasa.
Foresta Capital, la empresa promotora del proyecto en Andorra, está vinculada y relacionada con el Grupo Ence y la multinacional Iberdrola. A finales de 2010 presentó una planta de biomasa de similares características aunque con una potencia instalada de 50 MW en Extremadura. En esta hay prevista la creación de 675 empleos y la puesta en cultivo energético de más de 7.000 hectáreas de chopos en la comarca de Campo Arañuelo, en Cáceres. La empresa ha calculado que invertirá unos 250 millones de euros en su construcción.
Fuente-La Comarca
saludos
Los primeros pasos comenzaron en la mesa andorrana ‘Alternativas de empleo, presente y futuro’, coordinada por Yolanda Casaus y creada durante la crisis del carbón de este verano. El Gobierno de Aragón ha participado en las negociaciones y asesoramiento para que la empresa recalase en el polígono andorrano. El objetivo es que el proyecto contribuya a paliar los efectos de la reconversión minera al tiempo que ofrece una diversificación económica más para la economía de la zona.
«Es un proyecto que permitirá generar mucho empleo y ayudará a reequilibrar el territorio gracias a los cultivos energéticos», subrayaron fuentes del ejecutivo autonómico.
De los casi 200 empleos que se prevé que la nueva planta pueda generar, se calcula que unos 30 de ellos sean puestos de trabajo en la propia central de biomasa. Otros 40 de ellos se generarán durante el tiempo que dure la construcción de la planta; alrededor de 110 serán empleos agrícolas relacionados con la propia demanda de la central y otros 20 empleos nuevos estarán relacionados con el sector del transporte de mercancías de suministro a la planta energética.
La apuesta de Foresta Capital por el polígono PEAN se ha basado en tres motivos fundamentales: la búsqueda de un punto con buena evacuación eléctrica, situado muy próximo a la línea de alta tensión de la central térmica; la oferta de un suelo industrial con buenos servicios y un precio competitivo; así como que en un radio de 40-50 kilómetros existe un potencial «muy interesante» de acceso a las materias primas a través de los cultivos de regadío de la zona tanto del Bajo Martín, como de los nuevos regadíos del Canal de Calanda, de la Vega del Guadalope en Alcañiz o de Puigmoreno, Valmuel o incluso del Bajo Aragón -Caspe.
«Creemos que la viabilidad de la planta está asegurada tanto por la potencia de la central como por la solidez de la empresa que promueve el proyecto», aseguraron estas mismas fuentes, que detallaron que, en principio, Foresta Capital no recibirá ningún tipo de ayudas adicionales para ayudar a la puesta en marcha del proyecto. «No hay ningún tipo de acuerdo», insistieron desde DGA a este respecto, aunque la empresa podría beneficiarse «como cualquier otra» de algún tipo de subvención procedente de los planes de reindustrialización del Ministerio de Industria.
Un año de trámites
Tras su presentación en sociedad, el proyecto todavía tendrá que pasar un largo trayecto de trámites administrativos que harán que al menos su construcción se demore un año. También el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) deberá conceder su aprobación al proyecto.
Sin embargo, el Gobierno de Aragón quiere trabajar «en paralelo» para agilizar los trámites del proyecto y facilitar que se puedan iniciar acuerdos tanto con cooperativas como con agricultores a título particular interesados en suministrar materias primas a la central de biomasa.
Foresta Capital, la empresa promotora del proyecto en Andorra, está vinculada y relacionada con el Grupo Ence y la multinacional Iberdrola. A finales de 2010 presentó una planta de biomasa de similares características aunque con una potencia instalada de 50 MW en Extremadura. En esta hay prevista la creación de 675 empleos y la puesta en cultivo energético de más de 7.000 hectáreas de chopos en la comarca de Campo Arañuelo, en Cáceres. La empresa ha calculado que invertirá unos 250 millones de euros en su construcción.
Fuente-La Comarca
saludos
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.