Un modificado de obra permite modernizar la Elevación a Andorra

La reciente elaboración de un modificado en las obras de la elevación de aguas del Ebro ha supuesto una actualización de los sistemas de conducción del líquido y para el mantenimiento de la instalación. El trámite permitirá que se lleven a cabo nuevas actuaciones, en principio no previstas en el primer proyecto realizado en 2001.

A través de la modernización del mecanismo, se pretende lograr un mejor aprovechamiento del recurso hídrico, en su uso posterior para consumo humano, agrícola e industrial, del que serán beneficiarios los municipios de Andorra, Alcorisa, Albalate del Arzobispo, Alloza y Ariño.

Por la modificación del proyecto original, aprobada en octubre, y que afecta a la obra civil, se contemplan varios tipos de actuaciones, a realizar en la primera fase que acomete actualmente. Uno es la colocación de 11 seccionamientos en la tubería, dispuestos cada 3 kilómetros, para evitar pérdidas de líquido, para un control por ordenador de los tramos, a realizar en la segunda fase. «Se colocarán actuadores eléctricos, con sensores en tubería, para detectar alteraciones en la presión, y cuando haya averías, actuar en un sólo tramo; lo que supondrá un ahorro económico», explicó Santiago Cuevas, jefe de obra de la empresa adjudicataria, UTE Marco-Horpisa.

Pero también se realizarán otras aplicaciones: la ampliación del número de desagües en los tramos, para mejorar el mecanismo de impulsión de agua en su elevación y facilitar el mantenimiento; y habrá cambios en las estructuras de las estaciones, como la disposición de fosos de bombas, y la nueva ubicación de la nave sobre las bombas de impulsión del agua.

Además, se sustituyen las ventosas adheridas a la tubería, para extraer mejor el aire de su interior. «Tienen otro diámetro», detalló Cuevas.

Más actuaciones futuras
Dentro de las obras de elevación de aguas, también se prevén, mejoras en el futuro. Concretamente, en la zona de captación de aguas, a pie del río Ebro, en el término de Escatrón, «se propuso» bajar el nivel de toma de agua, a una cota de 110 metros de columna de agua (mca) sobre el nivel del mar, según explicó Cuevas.

A través de esa mejora, se pretende evitar el recurso de tener que buscar agua en el cauce del propio río, en aquellas épocas de bajo nivel. Para ello, se colocarían motas de protección en el canal de entrada, para que no entre lodo a la instalación.

Además, aunque de momento no está incluído en el nuevo modificado, en el conjunto de las obras también se prevé la colocación de un filtro para frenar la reproducción de la larva de mejillón-cebra -tras la aparición anterior de brotes en la Cuenca del Ebro- en las instalaciones. «Se estudia colocar filtros de 25 micras», comentó Cuevas.

También se llevan a cabo varios estudios, algunos de sostenibilidad y eficiencia energética, para futuras actuaciones, en materia de elevación de aguas. Uno de ellos es para la instalación de accesos a casetas, además del venteo de tuberías, desde el campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza.

El final del conjunto de las obras incluídas en el nuevo modificado se prevé para «antes del mes de octubre», según explicó el propio jefe de obra, Santiago Cuevas. «Se han hecho añadidos para el mantenimiento y mejor durabilidad del material», agregó.

Adecuación de los tiempos
En líneas generales, el proyecto de Elevación de Aguas , que por primera vez se elaboró en 2001, se considera uno de los más importantes, a nivel nacional, dentro de los incluídos dentro del Plan de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Cuencas Mineras (Plan Miner).

La modificación reciente, que ha sido el motivo por el que se ha prolongado la duración de las obras, y los futuros añadidos, tienen por objeto la «mejora» de las fases primera y segunda, tal y como indicó la diputada por Teruel en el Congreso, Yolanda Casaus.

«Se intenta que los métodos empleados estén bien actualizados, para seguir la obra lo mejor posible en la siguiente fase», añadió. «También queremos que exista una continuidad entre las dos fases; es decir, se intenta, en la medida de lo posible, encadenar una fase con otra», concluyó.

Para llevar a cabo la primera fase, el Plan Miner concedió una subvención de 27 millones de euros a la entidad promotora, la Mancomunidad Turolense de la Elevación de Aguas. Tras la correspondiente licitación, la obra se adjudicó a la UTE formada por Marco Obra Pública S.A. y Hormigones del Pirineo, S.A, (Horpisa), para llevar a cabo la ejecución, y ésta se produjo por 19,7 millones. La dirección de la obra corresponde a Ingenieros y Arquitectos del Valle del Ebro (IAVE, S.L.).

En más de un año de obras, ya se han colocado los 36 kilómetros de tubería de la primera fase, se han realizado los respectivos controles y se han colocado las arquetas; además, se está acabando la restitución de terrenos. La segunda fase estará financiada por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) -de Valdearcos a Piogordo, y distribución de agua a todas las localidades-, con 33 millones de euros.


Fuente-la comarca

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