Joaquín Noé: «Antes los juegos eran otra cosa. Ahora peleo con mi hijo porque está siempre con las maquinetas»

Joaquín Noé revalidó su cargo (PSOE) como alcalde el pasado mes de mayo. Es ingeniero técnico y trabaja en la mina desde que acabó la carrera.



¿Qué aficiones tiene el alcalde?
Estar con mi familia y coger setas. También me encanta estar con mis amigos en la peña, donde nos reunimos además de para las fiestas, durante todo el año. También soy zaragocista, que le vamos a hacer (Ríe).

También apuesta por las nuevas tecnologías...
La informática es otra de mis aficiones. Es algo por lo que se debe apostar en la educación y así se está haciendo en Ariño, donde todos los niños tienen su tablet. Hasta ahora los daba microsoft pero con la crisis los ordenadores no llegaban y nos reunió el director del colegio para ver que hacíamos. Los padres hemos decidido costearlos por mayoría y no volver al lápiz y papel de toda la vida.

Otro mundo respecto a cuando usted era niño.
Por supuesto. Ahora todos trabajan en red en la escuela, les envían los deberes por correo electrónico... Es totalmente diferente y los profesores llevan un control total. Me comparo con mis hijos y es totalmente distinto. Ni polideportivo, ni piscina, ni parques. Yo el primer columpio lo ví en Andorra y a bañarnos íbamos al río. Los juegos eran otra cosa. Ahora peleo con mi hijo porque siempre está con las maquinetas. Es un figura de la wii, el ordenador y la DS. Están demasiado encerrados en estos temas.

Se fue a Zaragoza a estudiar.
Hice Ingeniería en La Almunia pero antes estudié en el colegio Maristas de Zaragoza el BUP y el COU. Este año hicimos el 25 aniversario de la promoción. Fue muy bonito porque con la mayoría no nos habíamos vuelto a ver. Nos reunimos a través de facebook.

¿Por qué decidió volver?
Mi mujer, Mari, estaba aquí y regresé. Es malagueña y ya nos conocimos en la escuela. Su familia vino a Ariño porque su padre, con 20 años, empezó a trabajar en la mina.

Suegro minero, padre minero y usted minero...
Volví y busque trabajo en la mina. Empecé en el almacén y ahora estoy en seguridad. No obstante, yo siempre he dicho que trabajo en una mina a cielo abierto. El minero es el que está abajo, frente al carbón. Ahora llevo tres meses en el interior de la mina. Es muy diferente. Antes estaba ocho horas al sol y ahora no veo la luz. A la gente que dice que los mineros cobran mucho dinero y se jubilan muy pronto me gustaría verlos trabajando en una mina.

¿Echa de menos ejercer como ingeniero?
No he estado trabajando nunca con la titulación pero mis estudios me han servido mucho. Nada más casarme cobraba muy poco y daba clases particulares por las tardes para sacarme unas perrillas. Llegué a tener 16 críos. Terminaba en la mina a las 14.00 y a las 16.00 me ponía a dar clases hasta las 21.00. Hay una cuadrilla de chicas que siempre les digo ‘mis chicas’ que las llevé desde que tenía 11 años hasta que hicieron el COU. Ya era más un amigo que un profesor. Me venía bien para recordar pero me cambiaron horarios en la mina y con el ayuntamiento lo tuve que dejar.

¿Rincón favorito?
El mirador de la Virgen del Pilar, allí siempre llevo a todo el mundo que viene. Y la ermita de Santa Bárbara. Recuerdo un día especial en esta plaza. Celebramos el 25 aniversario de la peña hace dos años. Contratamos un grupo, hicimos camisetas alegóricas... Ese día estuvimos los 18 amigos. El año pasado, sin embargo, fue terrible y ahora ya no estamos todos. Me acuerdo de aquel día porque fue muy divertido, disfrutamos como si fuésemos críos de 18 años.

Fuente - La Comarca


saludos